por Eric Ortiz
Si asististe al cine en los últimos meses es casi un hecho que viste el trailer de Jack Reacher, bajo la mira (McQuarrie, 2012), la más reciente cinta de Tom Cruise que, por supuesto, produce y protagoniza el famoso actor. Los avances dejaban claro que estábamos ante una película de género, que solamente buscaría satisfacer a su público objetivo: fans de la acción, los automóviles y del mismo Cruise. Sin embargo un elemento indicaba que tal vez sería algo mucho más interesante: la aparición de la leyenda viva del llamado “Nuevo cine alemánâ€, Werner Herzog, como el principal antagonista de la historia. Es poco común que Herzog actúe (recordemos sus apariciones en Mister Lonely (Korine, 2007) y The Grand (Zack Penn, 2007)) y no creo que alguno de nosotros haya imaginado que llegaría a trabajar con el otrora ídolo juvenil en una película de más de 100 millones de dólares.
La película empieza con la secuencia desde el punto de vista de un francotirador cometiendo una serie de asesinatos. A través de la mira telescópica de su rifle vemos cómo caen muertas sus víctimas (cinco personas en total). Si un comienzo como éste no te lleva a pensar en el clásico de Don Siegel y Clint Eastwood, Dirty Harry (1971), es simplemente porque no lo has visto. En general Jack Reacher se siente como un descendiente de aquella cinta con Eastwood, que terminó siendo una franquicia con cuatro secuelas, una serie de novelas, un videojuego, etc. Y dado que existen más de diez libros sobre el personaje Jack Reacher, es casi obvio que Cruise regresará pronto con más entregas de este policía militar.
A pesar de que Reacher no es exactamente un detective (es un ex militar), actúa como tal y por lo tanto la película se mueve como cualquier otra que involucra a alguien tratando de resolver un crimen, en este caso, asesinato. Los protagonistas, Reacher y la abogada Helen Rodin (interpretada por Rosamund Pike), tratarán de resolver el rompecabezas y conocer la verdad sobre el francotirador y las cinco víctimas. La cinta no ofrece nada innovador y sus pocas “sorpresas†en la trama son inofensivas, aunque se disfruta si te gustan los clásicos momentos detectivescos.
Al mismo tiempo no es difícil imaginar a Herzog, con su inconfundible voz, como un villano que provoca miedo, y la idea en general, aunque lo digo como gran admirador de este cineasta, parecía lo único destacado de la cinta. Creo que Christopher McQuarrie, director y también guionista (basado en la novela One Shot de Lee Child), no le dio a Herzog el tiempo suficiente en pantalla. El desarrollo y la conclusión de su personaje resultan decepcionantes (básicamente no pasa nada con él), a pesar de un inicio bastante prometedor, aunado a que el alemán luce sensacional en su papel antagónico.
En el filme, Herzog es solamente conocido como “the Zec†(“el prisioneroâ€) y su mitología es similar a la de otros jefes criminales ficticios. El personaje conocido como “the Greek†en la serie The Wire (2002-2008), por ejemplo, es también un misterioso europeo que opera en Estados Unidos: una figura casi mítica que con un perfil bajo controla parte del mundo criminal. A pesar de esto “the Zec†no deja de ser un “extra†más en el espectáculo de Cruise. Así que olvidemos al cineasta alemán para pasar a lo que realmente ofrece Jack Reacher.
Como se mencionó más arriba, el trabajo de Tom nos lleva a pensar en Dirty Harry. No, no estoy comparando a Cruise con Eastwood, sin embargo la actitud de Reacher tiene algunas similitudes con la de Harry “el Sucio†Callahan. Sin embargo al Cruise de 50 años de edad no le compras la idea de que es un sucio bastardo al que no le importa la ley, ni que literalmente aplaste las cabezas de sus rivales. Cuando Jack Reacher trata de llevar a cabo ese humor un tanto absurdo que también se pudo apreciar en el trailer, el actor no tiene ningún problema para lograr el cometido. Y no digo que el resultado siempre sea efectivo (algunas veces es solamente absurdo), pero para material de ese calibre funciona bastante bien.
Jack Reacher tiene elementos de cintas de acción de los setenta, y sí, también contiene una persecución de carros. Quentin Tarantino dejó en claro con Death Proof (2007) que si quieres hacer alusión a los clásicos, como Vanishing Point (Sarafian, 1971) o Dirty Mary Crazy Larry (Hough, 1974), tienes que olvidarte por completo del CGI (computer-generated imagery). Tal parece que McQuarrie lo entendió bien, además Cruise no requirió de ningún doble y manejó en la persecución. Sin duda esto es destacable, sin importar que al final del día la persecución con Zoe Bell y Kurt Russell en Death Proof permanezca, y por mucho, como lo más emocionante e impresionante que Hollywood nos ha regalado en los últimos diez años. Tal y como su escena de persecución, la nueva producción de Tom Cruise es algo que los fanáticos de las películas de acción y misterio van a valorar, pero probablemente no recordarán por mucho tiempo.