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El mejor Batman del cine

por Mr. FILME

 

Con el pasado estreno de Batman: el caballero de la noche asciende (2012), pieza cinematográfica en la que Christopher Nolan dio fin a su trilogía sobre el famoso súper héroe de DC comics, F.I.L.M.E. les comparte su muy personal recorrido desde lo peor a lo mejor de los hombres murciélago en el mundo del celuloide.

 

Desde los años cuarenta, sólo unos pocos después de que el personaje fuera creado por Bob Kane, el Hombre Murciélago ha tenido un lugar especial en el séptimo arte, para ir saltando en más de un medio y en más de un formato fuera de las llamadas tiras cómicas. Hoy por hoy, el universo de Batman es parte importante de la cultura occidental y es ya un paradigma popular que ha sido adaptado, recogido, aprovechado y analizado en la radio, el cine, la literatura, etcétera.

Antes de entrar al ranking, pasemos lista de algunas versiones que deliberadamente dejaremos fuera del récord pero que son elementos sustanciales para entender al súper héroe oscuro por excelencia.

 


La primer adaptación de Batman nos llega en 1943 por cuenta Columbia Pictures y sus estudios “B”, con un serial homónimo de 15 episodios para cine, cada uno de aproximadamente 25 minutos que podían verse en las grandes salas de cine precedidos por el infaltable noticiero. El actor Lewis Wilson fue el primero en encarnar al millonario Bruce Wayne y a su heroico alter-ego, donde el primero tenía una personalidad arrogante y algo cómica, mientras que el segundo era un justiciero agresivo e intimidante.

 

 


En 1949 Columbia retoma al personaje para otros 15 episodios de la serie llamada sin más ni más Batman & Robin, donde el protagónico surgido del mundo de las historietas se vuelve un poco menos serio, pero mantiene la misma dinámica narrativa que en la saga anterior. Aquí el actor encargado de representar al murciélago sería Robert Lowery.

 

 

 

Turquía tiene también una relación cercana con el famoso superhéroe, aparte de tener una pequeña ciudad llamada Batman al sur de Anatolia. En los años 70 una bizarra adaptación (por supuesto, fuera de las versiones canónicas) del Hombre Murciélago aparece en la filmografía turca con la película Yarasa Adam-Betmen (Günay Kosova, 1973). Aquí la relación entre el personaje y su identidad alterna no es ningún secreto. El multimillonario justiciero, interpretado por Levent Çakir, es también un incorregible Don Juan que tendrá que desmantelar y vencer a una banda criminal que se dedica a asesinar a las mujeres de la ciudad.

 

 

 


En 2003 los cinéfilos de todo el orbe nos sorprendimos por un cortometraje independiente que en tan sólo 8 minutos recoge el tono y la personalidad del personaje creado por Bob Kane y que además de eso, lo pone a medir fuerzas con 2 famosas creaturas del cine industrial de ciencia ficción, el Depredador y Alien. Batman: Dead End del realizador Sandy Collora narra el enfrentamiento del Guasón contra el héroe encapuchado y cómo ambos se ven en medio de la batalla entre las dos especies de asesinos interestelares. Destaca la actuación de Clark Bartram como un maduro vigilante, quien porta una impresionante y clásica indumentaria color gris. Esta obra, sin duda, ha pasado a la historia como una de las mejores adaptaciones, incluso superior a varias de las producciones de los grandes estudios.

 

 

 

Ahora sí, sin más demora, compartimos el conteo regresivo por el mejor Batman de la historia del cine.

 

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6. El Batman de George Clooney, quien aparece en Batman & Robin (Joel Schumacher, 1997) es un apuesto personaje, refinado, marcadamente norteamericano, serio, con ligeros destellos detectivescos y con la imagen de millonario maduro en plenos años noventa, sin lugar a dudas es la representación más vívida y fiel, al menos físicamente, de Bruce Wayne y su identidad secreta, lamentablemente, es quizá de todos la más sosa y burda encarnación que el murciélago ha tenido, que retoma con mal gusto -aún más- el tono de la serie de televisión de los sesenta. Reconocido por Bob Kane como el más cercano a la imagen que él tenía de Batman, se vuelve el peor remedo de súper héroe, quien gracias al realizador deja de lado su imagen taciturna y se vuelve un bufón que sepultó por casi una década al personaje.

 

 

 

5. El encargado de dar vida al famoso personaje en Batman eternamente (Schumacher, 1995) fue ni más ni menos que Val Kilmer, quien entró a cubrir la ausencia de Michael Keaton que con todo y una oferta de 15 millones de dólares, rechazó protagonizar la tercera entrega si Burton no estaba a cargo. Al igual que su sucesor, Kilmer está a años luz de ser un gran hombre murciélago; en parte por la sobre-caricaturización de la que es víctima la película, tanto por el lado argumental como el visual; en parte por tratarse de un actor no preparado para el papel ya que ni es aquí un buen intérprete como aquel que se apropia del carácter y la personalidad para transformarse en el otro, ni se trata del modelo de dicha personalidad, es decir quien se asemeja en sus rasgos físicos y psicológicos al protagónico. Con Kilmer se quiere continuar con un murciélago que sufre y que carga con un aura cuestionadora ahora al lado de Robin, pero sólo aparece como un intento de héroe profundo rodeado de situaciones exageradamente (por no decir ridículamente) inverosímiles.

 

 

 

 

4. El Batman de Adam West, creado para la televisión barata y que salta al celuloide en la obra homónima dirigida por Leslie H. Martinson en 1966, es quizás el más cándido de los héroes jamás recreado: es dulce, coqueto, feón, bobalicón y siempre tenía un mal chiste que contar, con su horrible gag de la escalada en vertical nos hacía pensar que el detective de Ciudad Gótica –y su megacomputadora inútil– no era mejor que nuestro Santo. Su diseño de producción era tan infame como ostentoso, y destacan tres cosas: el hecho de que todo sucedía durante el día, rarísimo era ver ambientación nocturna de los sets; que la vida cotidiana de Bruce Wayne (bien llamado Bruno Díaz, precisamente en esta serie sesentera) era de una ñoñez imperdonable; y los villanos, encarnados por grandes actores de teatro y radio, que dejaron huella profunda en el imaginario murcielaguesco.

 

 

 

 

3. Christian Bale, nuestro murciélago contemporáneo interpretado desde el ojo del realizador Christopher Nolan, debutó bajo el mítico manto negro en Batman Inicia (2005) con una carga mucho más agresiva, perdiendo el perfil detectivesco que el personaje trajo consigo durante muchísimos años, ganando una interpretación más realista que verosímil, más moral a pesar de ser el playboy irresponsable que todo Ciudad Gótica cree. Con su oscura trilogía, Nolan se llevó a Batman, innecesariamente, al mundo real creando demasiada expectativa; se extravió o extravió al hombre murciélago, al grado de que está lleno de burlas, parodias, y resulta más penoso que el Batman de los años 60, ya que aquél era un divertimento honesto y congruente con ser mierda, en cambio el más reciente juega a ser serio, un proyecto de autor, y resulta que hace el ridículo con una broma nuclear en la última entrega. Sin embargo, Bale con toda capacidad histriónica, deja que Bruce Wayne, al lado de su alter-ego, se quiten el perfil de súper héroe –por ende de personaje de ficción– y lo deja con una gran aura de vengador con un relieve de magnitud tal, que importa más el conflicto interno que el disfraz del personaje.

 

 

 

2. Definitivamente la más querida representación del Hombre Murciélago, que también se vuelve la más oscuramente fiel a la tira cómica, es la que aparece en el filme Batman, la máscara del fantasma (Eric Radomski & Bruce W. Timm, 1993). El personaje cobra vida a través de las voces de Kevin Conroy (inglés) –acompañado de Mark Hamill como un inigualable Joker– y Frank Maneiro (español latinoamericano), cuya película surge de la gran serie que ha sido calificada por el cartonista Calderón del Reforma (tira de domingo 22 de julio de 2012) como una de las mejores series animadas jamás hechas. Los acabados de esta caricatura son toscos y de una sencillez ejemplar, sin mencionar a los libretistas atinadísimos en todo lo que rescataron del rarificado ambiente de la noche eterna del Nueva York y otras metrópolis del 40, donde vivieron los seres depravados de Lang, Preminger, Tourneur, Minelli, Huston, Welles y compañía… ¡¡¡la verdadera Liga de las Sombras, a la que se debe por completo este héroe citadino!!!

 

 

 

 

1. Para F.I.L.M.E. el murciélago de Michael Keaton, quien aparece en Batman y Batman Regresa (Tim Burton, 1989 & 1992), sigue siendo el referente fundamental de lo que quizá haya sido la mejor adaptación al personaje de Bob Kane. Con un sesgo de perversa locuacidad reprimida, el vigilante oscuro se presenta, a ratos introspectivo, muy a la moda underground de finales de los años 80, todo recubierto de cuero, esta vez con un humor ácido y artefactos falibles, como él mismo, en medio de una alegoría neoyorquina verdaderamente gótica y siempre –en la secuela más que en la primera entrega– agobiantemente nocturna. Aquí el bajito Bruce Wayne es un maduro trasnochado, dudoso huérfano, millonario consciente; este murciélago es más humano de lo que esperaríamos y se pasea en las calles de la ciudad, acariciándola con su imposible batimóvil en forma de ataúd, siempre al amparo de su simpático mayordomo que se preocupa y ocupa por él de diversos aspectos que a cualquier amo de casa pondrían a temblar, y lo hace sin chistar, con todo sus humores ingleses a cuestas. Hecho con base en recortes expresionistas, con un toque de film noir impagable, con una paleta de luces y colores vivamente crudos, el Batman que nos legaron Keaton/Burton parece el más convincente tanto por su tufo a historieta, como por su tufo de auténtica urbanidad en la noche de fin de siècle XX, decadente, silencioso, monstruoso y sentado sobre su propia vanidad asquerosa.

 

 

 

28.08.12

Mr. FILME


@FilmeMagazine
La letra encarnada de la esencia de F.I.L.M.E., y en ocasiones, el capataz del consejo editorial.....ver perfil
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