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El cine militante: una cronología

 

 

“My way leads towards the creation of a fresh perception of the world.
Thus I explain in a new way the world unknown to you.” 

Dziga Vertov.

 

por Ana Lucía Hernández Simón

 

Pensar en 1968 es traer a la memoria importantes sucesos que tuvieron gran impacto político, social, cultural y artístico. Las revoluciones impulsadas por los jóvenes estudiantes y trabajadores de aquella época penetraron en un sin fin de áreas, logrando que los intelectuales se vieran inmersos en los numerosos actos de difusión y lucha a favor de la sociedad. Incluso hoy, a 45 años de lo ocurrido, seguimos estudiando y analizando las secuelas de dichos eventos.

Uno de los artistas que más se involucró en los sucesos de Francia en el 68, fue Jean-Luc Godard, quien desde inicios de su carrera y con su peculiar manera de contar historias y filmarlas, mostró gran afinidad política a las corrientes Marxista-leninista y Maoísta. Godard, que ya era un intelectual con cierta presencia en Francia, se vio influenciado por las obras marxistas de escritores y filósofos como André Gorz y Louis Althusser, tan así que realizó una adaptación cinematográfica a la obra Ideología y aparatos ideológicos del Estado escrita por Althusser.

Godard tenía la intención de hacer un cine que al apoyar  la revolución, se revolucionara a si mismo; sabía que las personas involucradas en la producción cultural tenían una gran responsabilidad en términos políticos, mas necesitaba ayuda, por lo que decidió invitar a sus amigos militantes a crear películas para los intelectuales, estudiantes, trabajadores y demás involucrados en las luchas. Para conseguirlo creó el grupo “Dziga Vertov”, pretendiendo actualizar las enseñanzas del cineasta ruso.

En julio de 1968 se filmó Una película como cualquier otra (Un Film comme les autres) siendo esta la primer película bajo el nombre The Dziga Vertov Group, aunque filmada sólo por Godard. A partir de este momento Godard se pone al servicio del movimiento, haciendo una película con los protagonistas (estudiantes y obreros) de la huelga de mayo de ese mismo año. El montaje de la película es particularmente interesante, pues oculta los rostros de los protagonistas, debido a que la policía aún los buscaba, es por eso que Godard habla de Un Film comme les autres como una película sobre la palabra, remarcando que después de los sucesos de mayo, el lenguaje verbal ocupó un lugar primordial en la lucha.

La segunda película revindicada (a posteriori) al grupo Dziga Vertov fue British Sounds  (1969) donde participa el maoísta Jean-Henri Roger; es con esta película que Godard habla de la importancia del trabajo artístico colectivo. “Trabajar colectivamente es trabajar en diálogo e interacción con alguien más” apunta Godard, de ahí que, junto a Roger, creara esta obra sobre la nueva izquierda inglesa y los militantes Trotskistas, bajo la idea de dar una imagen simple del mundo, filmando largos planos secuencia con una idea manifiesta en cada uno. 

Ese mismo año, se filma Pravda[1]”, con la colaboración de Jean-Pierre Gorin, miembro oficial del grupo Dziga Vertov. El filme fue financiado a partir de la mentira de que Godard había estado presente en Checoslovaquia en el verano del 68 y que tenía algunas imágenes grabadas y quería complementarlas haciendo esta película.

Unos meses después se realiza Viento del este (Le Vent d'est) a la que Godard y Gorin llaman la película manifiesto del grupo. Se pretendía que fuera una obra colectiva con la participación de cinco directores y líderes de los movimientos obreros y estudiantiles. Todos, excepto Godard, abandonaron la producción, por lo que decide invitar a su compañero de equipo Gorin y logran filmar una obra con grandes referentes a las oposiciones de los cineastas Vertov y Einsenstein, pretendiendo a la vez generar una crítica a Dziga y a ellos como grupo.

Luchas en Italia (Luttes en Italie) es posiblemente la película más radical del grupo, en esta obra buscan adaptar a la pantalla el texto teórico escrito por Althusser (Ideología y los aparatos ideológicos del estado), siendo uno de sus más grandes retos presentar conceptos teóricos de forma visual y emplear cada plano como una alegoría teórica. Por suerte el diálogo entre Gorin y Godard permitió que cumplieran sus expectativas ante experimental propuesta.

El grupo no sólo tuvo presencia en el ámbito cinematográfico, también participaron en la elaboración de comerciales, el más conocido es la publicidad para una loción post-afeitado, lleno de ironía y mensajes sobre los enfrentamientos políticos que ocurrían en el mundo, con este comercial generaron una caricatura de la visión publicitaria del mundo, pues en la sociedad, un producto resuelve toda contradicción y problema de la vida real. 

Otros filmes como Vladimir y Rosa, Todo está bien, Letter to Jane y Aquí y en otro lugar, se filmaron colectivamente por Godard y Gorin aunque algunos ya no llevaban el nombre de The Dziga Vertov Group; a pesar de eso conservaron la misma orientación política sin variaciones en el estilo a la hora de los montajes.

Hablar del cine militante que The Dziga Vertov Group, es hablar de un arte en constante diálogo con los sujetos responsables de la creación, pero también con la teoría, la sociedad, su historia y contexto. Es hablar de una revolución que permitió pensar nuevas maneras de explicar la realidad, de hacer arte, a toda costa, y difundirlo.

 

 

[1]  Pravda se traduce del ruso como verdad , era el nombre del diario soviético creado por el partido comunista y es a su vez una referencia indirecta a Kino-Pravda, la serie realizada por el original Dziga Vertov en los años 20. 

 

(Este artículo fue publicado por primera ocasión en el número 1 de la revista Papel Digital)



Ana Lucía Hernández Simón


@justluciah
Cinéfila y estudiante vox populi. Interesada en el papel del artista como científico social (y viceversa). Creyente de la eficacia de los dispositivos del arte como plataformas de conocimiento.....ver perfil
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