Somos los cines mutantes (los otros cines, experimentales, expandidos, transmedia y más). ​Nuestro cine es móvil y adaptable, estamos en constante exploración de distintos soportes, duraciones y formatos de exhibición que expanden la pantalla hacia otros entornos y dispositivos. Practicamos modos de producción que nos han permitido trabajar de manera independiente, sin financiamiento público constante; y pretendemos seguir haciendo cine. 

Partimos de pensar que sí cabemos en el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), porque la Ley de Cinematografía indica que es de interés público la producción, difusión y preservación audiovisual en los formatos conocidos y por conocer. Por ahora esto no se refleja en la realidad: si alguien está interesado en estudiar el cine mexicano mutante, encontrará muy poco en publicaciones, en las escuelas, los acervos y en las programaciones de instituciones públicas​. Y sin embargo, existimos. Formamos parte de un universo activísimo de creadores, académicos, archivistas, programadores y gestores que funciona y se comunica a través de redes alrededor del mundo.

Al escuchar sobre la posible realización de un concurso de cine experimental, nos sentimos convocados por el IMCINE, pues recordamos aquel mítico Primer Concurso de Cine Experimental de 1965 que ​se impulsó para remover una tradición de producción que ya no era una oferta interesante para el público y que bloqueaba el acceso de nuevos cineastas, produciendo películas del mismo grupo de directores año tras año. ​Respondiendo a ese llamado, nos hacemos presentes para compartir el repertorio de experiencias y saberes generado por nuestras comunidades para construir ​un espectro ​cinematográfico más amplio, donde podamos imaginar otras maneras de crear y abordar la realidad cambiante. 

Proponemos las siguientes estrategias como punto de partida para establecer acciones que contribuyan a reconstruir las instituciones públicas existentes que en sus objetivos tienen la producción, difusión y preservación del cine mexicano:

1. Integrar a los “otros cines” en catálogos, anuarios, bases de datos para consulta a partir de una convocatoria a realizadores y espacios alternativos para formar parte de la base de datos.

2. Participar con propuestas de programación de los "otros cines" dentro de las instituciones dedicadas a la exhibición audiovisual y formación de audiencias.

3. Abrir un espacio permanente de experimentación en el Laboratorio Fílmico de Estudios Churubusco, que sea accesible a los cineastas y artistas interesados.

4. Crear un registro nacional de “los otros cines” que requieren ser preservados por su valor artístico e histórico mediante la realización de copias de exhibición tanto en los formatos originales de creación como digitales, para así propiciar una difusión amplia en los circuitos culturales y en las escuelas de cine. 

México 2020