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Jackie

por César Flores Correa

 

El cineasta chileno, Pablo Larraín, evoca la tragedia en el personaje de Jackie Kennedy, la historia que se desarrolla en su largometraje es acerca de ella, de su memoria, de su aflicción al conflicto provocado por un asesinato que, por ende, la obliga a la inmediata protección de la inocencia de sus hijos y la búsqueda de una trascendencia mentirosa, la protección de un legado construido desde los grandes líderes de la libertad. Jackie es una desdicha emocional a espaldas de uno de los capítulos más oscuros de la historia de los Estados Unidos de Norte América.

Natalie Portman representa a una mujer pasiva, apasionada, pero detenida en el tiempo de los sucesos, ansiosa de reinterpretar una verdad en los planos estelares de toda una nación, buscando la razón inexplicable de su soledad y las consecuencias de un sueño interrumpido a sangre fría. Es la muestra de la fatalidad llevándose casi todo lo que queda, la forma perfecta en que Dios busca revelar su presencia, donde el hombre ya no puede encontrar las respuestas y quizá deba aceptar vivir sin ellas. La personificación de la primera dama, conlleva la carga emocional de una serie de acontecimientos brutales, que calan en lo profundo de un acervo político (y también conmovedor) que está por enfrentar a la mujer que aún ocupa las vestiduras de la Casa Blanca.

Constantemente, Larraín da muestra de su acento dramático en la música, el score es genial y aparece cuando es necesario, el no utilizar filme hubiese sido un anacronismo peligroso, pues es un homenaje alcanzado por el respeto de la época en que se desenvuelve el circo mediático, y por sobre todas las cosas, los demonios que enfrenta la Señora Kennedy.

La devastación instantánea da fe de la disolvencia de un personaje complejo del pasado, una interpretación en los límites de la veracidad histórica que manifiesta con extrema facilidad la empatía por la pérdida inesperada, un suceso que marcó la historia de un país y sobre todo, de un personaje que había estado detrás de esa figura de poder, en boca de todos y que hasta este momento, nunca habíamos sentido tan de cerca.

Fuera de los estándares de una biopic convencional, aquí la narrativa emprende la exploración de los sentimientos como representación y retrato de un personaje que sufrió sin esperarlo, que después trató de buscar las respuestas sin encontrarlas, aceptando su sentir al retomar con memoria dramática los sucesos que la llevaron a permanecer en ese estado, comprobando la auténtica recapitulación de una emoción que comenzó de manera repentina, una bala sorpresivamente mortal que determinó el futuro de una familia, de una nación y de una sola persona, Jackie Kennedy.

 

15.03.2017

 

César Flores Correa


@FC_Cesarroad Estudiante de Ciencias de la Comunicación en la UVAQ y convencido de que una de las mejores cosas que hay inesperadamente, es el paisaje que ofrece la naturaleza, la fotografía y el cine. ....ver perfil
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