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Valley of Love

por Viridiana Nárud

 

Una película sobre apariciones y visiones siempre se encuentra rodeada de cierta incomodidad. No son temas respetables. Sin embargo pocas personas son las que se atreven a decir que no han vivido algo si aquello va más allá de su entendimiento y si es poco probable explicarlo de manera lógica. El problema radica en que si es una ilusión que ha persistido a través de la historia, entonces ha transcendido a nivel de mito.

Al ser situaciones de vida sobrenaturales  –­que para algunos pueden parecer ciertas o no– que no pertenecen a una lógica ni necesitan ser explicadas sin aludir a ningún tipo de fantasma, se necesita cierta maestría para relatar los hechos sólo en acciones sin querer juzgar y encasillar lo sucedido.

El guionista y director Guillaume Nicloux hace uso del reconocimiento del público con el tándem Huppert-Depardieu –enfrentados ya en Loulou (1980) de Maurice Piliat–, para recrear una historia de amor hoy extinguida por el tiempo y por un divorcio; además de hacer alusiones biográficas con los nombres reales de los histriones como los nombres de los personajes, Isabelle y Gérard.

Isabelle y Gérard son dos famosos actores que se reencuentran después de la muerte de su hijo. Éste ha dejado una carta póstuma pidiendo que se vean en el Valle de la Muerte, en California, donde después de seguir las instrucciones al pie de la letra podrán reencontrarse con su hijo ya muerto. Ella es una creyente, mientras que Gérard es un escéptico. 

La dirección de Nicloux muestra desde un inicio un ambiente enrarecido; por ejemplo el plano secuencia que sigue de espaldas a la protagonista recorriendo los pasillos exteriores del hotel (sin poder ver su rostro hasta después de haber pasado el primer umbral del interior del lugar), con “The Unanswered Question” de Chales Ives (Danbury 1874-1954) como fondo musical, se encuentra la pieza.

El espacio elegido para transcurrir la trama se encuentra lleno de personajes que deambulan por el hotel y que pocas veces interactúan, pero afectan de manera profunda a los personajes protagónicos. Además, lentamente, se nos va incluyendo a un mundo que se asemeja al infierno. El calor insoportable, la deshidratación, la falta de una sombra en dónde sus cuerpos puedan encontrar refugio.

Nicloux no trata de dar explicación ante hechos sobrenaturales, simplemente los muestra como parte de una realidad. Invita al espectador a ver ese otro mundo que aún permanece velado a través de una narrativa audiovisual clara, a pesar de tocar densidades místicas y esotéricas para el hombre. Sin importar la incomodidad del tema es una película inteligente que sale victoriosa a la confusión.

El ritmo de la película puede llegar aparecer en ocasiones pausado, sin embargo es una espiral que va cobrando fuerza conforme pasa el tiempo. Nada en esta película se encuentra puesto al azar. La música hecha por un compositor ya fallecido, quien trata de dar sonido a lo que no tiene respuesta, es decir a Gérard que ha perdido a su hijo años atrás y que en gran parte se le ha culpado por su muerte. Valley of Love: Un lugar para decir adiós (2015) es una película que pide de un espectador abierto a la realidad de aquello que no podemos explicar, empero, permanecer en la mente del hombre.

Mr. FILME


@FilmeMagazine
La letra encarnada de la esencia de F.I.L.M.E., y en ocasiones, el capataz del consejo editorial.....ver perfil
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