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Batman vs Superman

por Edgar Huerta

@Musk_Nobody

 

Mucha polémica ha suscitado el éxito en taquilla de Batman vs. Superman: El origen de la justicia (Zack Snyder, 2016) durante su estreno, y más aún su caída del cielo. Siendo una de las cintas que más rápido han decrecido en números durante su proyección en salas. Sin embargo, más allá del ámbito económico, la nueva entrega de la Warner Bros ha resultado en una gran brecha entre el público. Por un lado están quienes amaron la película, y por el otro, aquellos que la detestaron con toda su alma. Sin importar lo que diga uno u otro bando, tenemos que admitir que un enfrentamiento entre estos dos grandes personajes tiene la fuerza suficiente para convencernos de pagar una entrada al cine (para que no nos cuenten).

Sin importar que haya visto ya la película en cuestión o no le ha interesado en lo más mínimo, le tengo dos propuestas para ser un poco más amigable con este tipo de producciones. En primer lugar, tenga siempre en mente la palabra “adaptación”. La batalla de nunca acabar entre el público (generalmente entre quienes están más metidos en el tema y quienes no) ha sido la del respeto por la obra original. Recordemos que una película no es lo mismo que un cómic o novela gráfica; ambos medios tienen su propio lenguaje y por ende tienen posibilidades y restricciones diferentes. Si bien una adaptación debe reflejar en ella la obra original, no necesariamente requiere de ser una copia exacta. El segundo punto es reconocer que en estos últimos años el estudio Marvel ha hecho un gran número de películas de superhéroes –que seguirá haciendo– por lo que de alguna forma, la empresa ha marcado “la media” por la que filmes de este corte son recibidas por el público (basta ver la gente que se queda esperando una escena al final de Batman v Superman)… Lo mejor que será tratar de desapegarse de los esquemas “marvelianos” y darle una oportunidad a las producciones con diferentes posibilidades que DC tiene en el cine.

Batman v Superman: Dawn of Justice es una película que desde el título tiene un gran peso. El personaje de Batman siempre ha sido uno de los favoritos en el cine y la televisión, siendo Adam West, Kevin Conroy y Christian Bale los más reconocidos actores que han dado vida al murciélago de Ciudad Gótica (Ben Affleck no la tiene fácil). Superman también forma parte de una tradición en cuanto a los medios audiovisuales y sus continuas adaptaciones trajeron interpretaciones muy recordadas como la de Kirk Alyn, Christopher Reeve, George Newbern e incluso se puede añadir a Tom Welling.

Desde el 2005 y hasta el 2012, la muy aceptada trilogía de Batman, realizada por Christopher Nolan, había abierto el panorama para una nueva serie de películas de superhéroes dentro del universo de DC. Quitando un poco lo fantástico y colorido de Marvel, la Warner Bros apostó en el 2013 por Man of Steel (2013), película en la que debutaría Henry Cavill como Kal-El bajo la dirección de Zack Snyder.

Un mayor grado de verosimilitud sería la propuesta que traería El hombre de acero al cine de superhéroes y ello se refleja incluso desde el trabajo de Nolan. De un Batimóvil creado con fines militares y enemigos con poderes basados en la ciencia, hasta un alienígena que nadie considera súper humano (sino algo más) y por lo tanto no le llaman Superman a primera vista.

Si lo ha notado, hasta este momento nada se ha dicho en sí sobre Batman vs Superman y ese es mi punto, lo importante no radica en esta entrega sino en su pasado y futuro. Snyder toma la dirección de esta secuela (un tanto indirecta) de El hombre de acero: la trama se sitúa de forma paralela y posterior a los eventos de la película de 2013. En ella se puede ver un mundo en el que el lugar del ser humano en el universo se pone en cuestión con la aparición de seres alienígenas. Dudas cuyas respuestas se tienen que encontrar en todos los ámbitos de la sociedad (políticos, económicos, militares, geográficos).

Tanto Batman como Superman imponen visualmente. Desde vestuario hasta efectos especiales, el sello de Snyder no puede pasar desapercibido. La ambientación oscura con algunos destellos de luz definen que el mundo en el que ambos personajes habitan no es el mejor y constantemente permanece en las sombras. También las escenas de acción tienen su llamativo y denotan porqué los héroes tienen lo “súper”. Sin tomarse nada de tiempo en construir a los personajes (a lo se podría decir que Batman y Superman son ya conocidos por lo que no se requiere de mucha presentación), la trama intenta centrar todos sus esfuerzos en la creación de la liga de la Justicia. Entre sueños apocalípticos y material de video, el audiovisual esta impregnado de guiños constantes que sientan las bases para la tan esperada agrupación de héroes.

¿Por qué hacer un trailer de más de dos horas sobre la Liga de la Justicia? La pelea entre Batman y Superman en verdad resulta ser lo de menos, en su lugar se encuentra una urgencia por comenzar lo que sería un “DC Cinematic Universe”, en el que ni siquiera personajes como el Flash de Grant Gustin o Arrow de Stephen Amell encuentran lugar.

La verdadera revelación se encuentra en Gal Gadot como la Wonder Woman y Jesse Eisenberg como el hijo de Lex Luthor. Gadot muestra una Wonder Woman cuyos valores de héroes están bien definidos. Dejando a un lado sus problemas, salta a la batalla con el mal y se enlista en los planes futuros para la Liga. Eisenberg deja a un lado la imagen seria e inteligente de Lex Luthor padre y resulta ser un poco más maniático; el personaje es brillante y es justamente eso, más sus motivos ocultos, lo que lo vuelven interesante.

Al final, no hay mejor opinión que la que uno mismo se pueda hacer sentado en la sala de cine viendo la película y aunque Batman V Superman: Dawn of Justice está lejos de lo que se esperara (para bien o para mal), no hay que perder de vista lo que le seguirá, podríamos sorprendernos.

 

06.04.16

Mr. FILME


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La letra encarnada de la esencia de F.I.L.M.E., y en ocasiones, el capataz del consejo editorial.....ver perfil
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