En el entramado de uno de los festivales de cine vanguardista del medio actual en nuestro país, el Distrital, se estrena una película que levantó una insulsa polémica reciente entre la pasada guardia de la Cineteca (representada por Paula Astorga) y la nueva vieja forma de hacer las cosas (el doctor Alejandro Pelayo), una sorda discusión que no abona al público ansioso de cambiarle de canal a los Oscares. Aquí ofrecemos una breve entrevista sobre la película.

por Fernando Gómez

Lucifer (2014) es una película visionaria y delirante sobre “el ángel caído”. Fue hecha por Gust Van den Berghe (original realizador flamenco) enteramente en México, en un pequeño público cerca del Paricutín. La historia se divide en tres capítulos –Paraíso, pecado y milagro– y por ella transitan peculiares personajes.

Al caer del cielo, Lucifer conoce a Lupita, su nieta María y Emanuel, el hermano de Lupita que ha estado fingiendo parálisis para vivir una vida despreocupada. En este viaje Lucifer ilumina a su manera los caminos de estos lugareños, haciéndolos creer que es un ser milagroso con el poder de curar, pero solamente trae consigo mala suerte y algo más: dudas de fe.

Van den Berghe prefiere trabajar con gente de la localidad (el único actor profesional del reparto es Gabino Rodríguez) y al ser cuestionado por ello responde que es la forma en la que cree que desarrollará mejor una historia, la única forma en que llegará más allá de un personaje, al mismo espíritu humano del interprete. De nuevo fue cuestionado sobre si considera “difícil” el trabajar de esa forma, a lo cual responde que no, el cree que lo difícil es juntar todas las piezas y hacer una historia que pueda interesar al público.

El largometraje fue filmado de forma innovadora, con espejos cóncavos y un marco redondo sobre la pantalla rectangular. Ello acaba por otorgar un toque mágico al desarrollo de la historia.

¿Por qué decidió construir todo desde una perspectiva circular?, le pregunté. Responde que simplemente fue algo espontáneo que surgió al encontrarse en el centro del volcán y al voltear su mirada hacia arriba vio algo difícil de explicar pero fácil de expresar, una gran idea abstracta, mencionó.

Lucifer es, hoy por hoy, una gran apuesta, que a su manera te explica que no hay bien o mal, sino decisiones que se toman y al final todo vuelve como un círculo. Al preguntarle si pudiéramos considerarlo un innovador de la tradición cinematográfica, se pone nervioso y lo niega: él solo se ve como un conducto de las viejas maneras que abrevarán en las nuevas formas urgentes de contar una historia.

El realizador belga, Gust Van den Berghe.

NOTA: La trilogía de Gust Van den Berghe sí se exhibirá en Cineteca a partir del 29 de enero (Pequeño niño Jesús de Flandr y Pájaro Azul).

26.01.16