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Hidalgo, la historia jamás contada

por Omar Villaseñor Zayas

 

Son épocas patrias y, como en otras fechas importantes, tendemos a ver cintas relacionadas con hechos conmemorativos. Uno de esos filmes para fechas especiales es Hidalgo, la historia jamás contada (Antonio Serrano, 2010), película que narra tres momentos que poco han sido abordados sobre la vida de la máxima figura de la independencia de la nación.

Comenzando por sus últimos días de presidio en el Colegio de los Jesuitas en Chihuahua, y culminando con el 30 de julio de 1811, la cinta cuenta, por medio de retrospectivas, en una primera instancia, el retrato de un joven Miguel Hidalgo (pésimamente interpretado por un tal Yurem), y posteriormente su paso por San Felipe Torres Mochas en 1972.

¿Qué vemos de diferente? Sí bien es cierto que dejamos de presenciar al Miguel Hidalgo y Costilla de cartón, de libro inmundo de texto gratuito, de estampita de papelería de la esquina o de cura rebelde con estandarte de la ‘madre de todos los mexicanos’ en mano; ahora vemos un personaje totalmente irreal. El Hidalgo de Bichir pareciera la mezcla del Tomas de Sexo, Pudor y Lágrimas (también de Serrano, 1999) y El padrecito de Cantinflas (Delgado, 1964); un ser carnal, dicharachero y pecaminoso que al final pareciera ser un libertador por accidente. Aunque al final de cuentas, guionista y director no se meten en camisa de once varas, y dejan de lado los momentos del Hidalgo independista.

Y ni qué hablar de la dirección, la fotografía, la edición, el vestuario; perfectamente se hubieran podido hacer cortes de 20 minutos para realizar una teleserie. Las actuaciones melodramáticas rayan en lo burdo, y el poco manejo de un lenguaje apropiado conforme a la época, llevan a la cinta a esbozar secuencias caricaturescas.

Después de ver esta película saltan a la mente varias dudas: ¿Por qué la necesidad de cimentar la historia en personajes? ¿Únicamente gracias a la “valentía” de estos héroes cuasi celestiales logramos ser libres? ¿Acaso la revolución egipcia o la tunecina de 2011 cuenta con estos próceres? Quizá resulta peligroso enseñar que la base de los movimientos revolucionarios es la unión y la organización social.

Sin querer sonar a profesor de historia mencionaré algunas de las verdaderas causas de la independencia, solo por hacer un recuento y dar pie a recordarlas. Entre las causas internas se puede mencionar: La desigualdad económica y social (entre peninsulares y criollos), el crecimiento comercial (manejado por los criollos), la lucha política entre los grupos mencionados. Entre las causas externas están: la influencia de la ilustración europea, la invasión napoleónica a España y la independencia de las trece colonias.

Es notable que a lo largo del tiempo la manipulación de la información dota de poder a los mandatarios del sistema y lo mismo pasa con el manejo de la “historia oficial”. Hasta hace unos años, desconociendo lo que actualmente contienen los libros de la SEP, además de errores ortográficos, no se hablaba de la Guerra de los cristeros o de la matanza de Tlatelolco. Entonces ¿Por qué aceptar la historia oficial?

Pareciera que la mayoría de textos que llegan a nuestras manos, son escritos por historiadores comprados, y entonces, qué tienen de diferente este tipo de cintas (avaladas en parte por el Estado): Morelos (Serrano, 2012), Cinco de mayo: La batalla (Rafa Lara, 2013), entre otras. ¿También son compradas?

Spoiler: Al final de la película matan a Hidalgo.

 

15.09.15

 

Omar Villaseñor Zayas


Medio melómano, medio cinéfilo. defensor de lo hecho en México. Director Creativo en @ToppingCreativo. Colaborador en @FilmeMagazine, @CulturaColectiv y @Extraordinerd. Sígueme en twitter: @omarVzayas

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