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Thelma & Louise

por César Flores Correa

 

¡Thelma! ¡Thelma!, con ese acento sureño, escuchamos a Louise llamar a su compañera en esta road movie que transgrede los límites de la locura inesperada, que nos lleva por los bellos y atemporales parajes de un Estados Unidos enmarcado por la esencia de los westerns gloriosos del pasado y con todo y pre-selfie.

La fotografía evoca una época varada y el frenesí de una carrera contra las manecillas del reloj, donde todo está en contra y donde parece que Thelma y Louise llegan tarde a su cita con la eventualidad del caos, ( unas Bonny and Clyde noventeras emancipadas del falocentrismo ).

Quizá la prisa argumental y los giros en la narrativa conviven con el heroísmo excesivo de nuestras protagonistas, sin embargo, todo se reduce a unos diálogos durante los minutos finales, ahí podemos encontrar la justificación que necesitamos para comprender la vehemencia sobre la aventura que acaba de volar frente a nuestros ojos.

Una mirada directa y contemplativa se disfraza en un motel, una noche lluviosa, una búsqueda desesperada y personajes siendo fugitivos del acecho que conlleva una existencia indefinida.  

Hay un lapso, donde todo se detiene, casi se puede imaginar la película en blanco y negro, la mayor virtud cobra vida en la incertidumbre del posible desenlace. Quisiéramos seguir conociendo las sensaciones más íntimas de Thelma y Louise, el nacimiento del feminismo representado sólidamente en Hollywood.

Scott intenta que la historia trascienda más allá de la frontera de intenciones meramente femeninas, es como el trayecto de un vaso de cristal hacia el suelo, el resultado es inveitable, Thelma & Louise llega para romper tu corazón y lo hace durante un viaje perdido, donde es inesperado.  

11.08.15

César Flores Correa


@FC_Cesarroad Estudiante de Ciencias de la Comunicación en la UVAQ y convencido de que una de las mejores cosas que hay inesperadamente, es el paisaje que ofrece la naturaleza, la fotografía y el cine. ....ver perfil
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