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Lo real falso y lo ficticio de verdad

por Amhed Sandoval

@amhedsan

¿Qué es la vida? Un frenesí.

¿Qué es la vida? Una ilusión,

una sombra, una ficción,

y el mayor bien es pequeño;

que toda la vida es sueño,

y los sueños, sueños son.

Pedro Calderón de la Barca

 

Que la ficción y la realidad se mezclen es una constante. El arte nunca ha podido ser categóricamente definido por lo subjetivo que es. Sin embargo, hay definiciones posmodernas que hablan sobre el arte como experimentación ficticia de la realidad. Es decir, que se toman elementos de la realidad, y se mezclan entre sí, para encontrar un resultante. Dicho resultante se arroja a la realidad como un producto imaginario que tiene injerencia en ella. Por lo tanto, la realidad se alimenta de la ficción y la ficción de la realidad.

Siendo lo anterior tomado como paradigma, la obra de arte está siempre alimentada de realidad y está diseñada para tener injerencia en ella. Asimismo, al ser un diseño está hecha de estructuras y métodos no necesariamente verdaderos para referirse a la verdad. En otras palabras, aunque lo que se presente esté construido con mentiras, no deja de ser verdad. Cabe destacar que dicha verdad es subjetiva, es el punto de vista del autor, su verdad.

Tomando en cuenta un par de películas que tratan de la guerra se tratará de ejemplificar lo anterior. Vals con Bashir (Folman, 2008) y Argo (Affleck, 2012) son un par de películas sobre una revuelta armada, en diferentes  lugares, con sólo dos años de diferencia. Se entiende que la película de Folman es documental y la de Affleck es ficción. Incluso ambas han ganado premios en estas categorías. Pero qué hace ficción a una película basada en hechos reales, y qué hace documental a una película animada cuyas imágenes fueron creadas por un ordenador.

De hecho todo es real, desde el momento en que es percibido, la creación no viene de la nada, proviene de lo que se lee (entiéndase lo que se interpreta de la percepción de la realidad). Por lo tanto, si el autor es sincero, toda su obra será entonces verdadera en sí misma, generando así un discurso auto-sostenible.

De igual forma la realidad está ahí, alguien tiene que percibirla e interpretar, y en el mundo actual si no es representada no existe. Así que si una obra muestra por reconstrucción o por fragmentos tomados del instante real, ambas son verdaderas. Sin entrar en detalles de la subjetividad del autor.

Por otra parte toda narración irrealiza lo narrado, es decir que en cuanto se narra algo no se narra el original, se narra una interpretación de la realidad. La realidad existe sólo en el momento de su concepción, la reproducción de la misma, sea como sea es irrealizada.

Ahora bien, Vals con Bashir es considerado documental por tomar fragmentos auditivos de las personas que vivieron el conflicto, pero por razones de permisos la imagen no pudo ser capturada, así que se tuvo que fabricar. No por eso, el sueño y los recuerdos revividos por Folman son falsos. Lo que lo hace documental es que no dramatiza la imagen, la reconstruye para acompañar el audio de entrevistas de los que estuvieron allí.

Por otro lado, Argo se basa en la realidad, pero los mismos hechos son representados dramáticamente en la pantalla. Lo que lo hace ficción es que no hay ningún elemento extraído de la realidad, más que la historia, y ésta fue modificada para que entre en una estructura dramática. La imagen y el sonido fueron recreados para mostrar lo ocurrido en ese conflicto. No obstante, los acontecimientos fueron ligeramente alterados para que funcionasen como historia narrativa y no como relato periodístico.

Ambos filmes representan un acontecimiento real con diferentes formas, más o menos verdaderas, pero por sus estrategias se les puede catalogar en un género documental o ficcional. Aunque siempre queda la discusión en el aire de que tan real es el documental o que tan falso es la ficción y viceversa.

Hoy en día no se puede hablar de un género puro, en realidad nunca se ha podido a pesar de los intentos de catalogación. Porque se mezclan siempre entre ellos, lo que suele haber es tendencias. Y tampoco se puede hablar de representación real o ficticia, porque una tiene base en la otra.

 

27.04.15

Amhed Sandoval


Productor y realizador audiovisual. A la noche ejerce el solitario y exquisito placer de escribir cine y sobre cine, mientras que en el día produce y asiste dirección en proyectos tanto propios como ajenos, dentro y fuera de la productora en que labora. Hace cine para sobrevivir y publicidad para comer. Colabora en a....ver perfil
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