por Isabel Ocadiz

Gael García Bernal, productor del nuevo documental ¿Quién es Dayani Cristal? (2013) –selección oficial del Festival de Cine de Sundance–, bajo la dirección de Marc Silver (Global Protest, 2000) y el guión de Marc Monroe, desata la consciencia de los países involucrados. El filme se adentra a la historia de un migrante hondureño, quien murió en el año 2010, y al tratar de identificarlo, encuentran en su pecho el tatuaje que reza “Dayani Cristal”.

El magistral modelo para abordar la narración, y anécdota, se convierte en un documento híbrido, inspirador para las nuevas generaciones de documentalistas, una de las razones es que Gael García funciona como narrador en primera persona, un testigo o investigador de hechos verídicos. En la primera escena escuchamos una voz en off: la oración para Jesucristo, aquella que suplica a Dios llegar con vida al destino final migratorio. Al mismo tiempo observamos la imagen del crucificado. Lejos de insistir en una creencia cristiana, la cinefotografía nos acerca a la esperanza del migrante, la única salida hacia un futuro diferente.

García, Silver y Monroe tuvieron más de un acierto, pues el tema de los migrantes es abordado desde otra perspectiva. El primer logro consiste en fotografiar las heridas en el cuerpo de Cristo, anunciándonos el tono, para que después cierre la imagen en el rostro de Gael García, gran fortuna dentro de los primeros cinco minutos.

Segundo logro. ¿Quién es Dayani Cristal?, ¿qué significa ese tatuaje? Es un factor que genera suspenso durante la historia, de principio a fin piensas en las mejores y en las peores características que podría ocultar el personaje migrante; situación que mantiene al público en expectativa continua, adrenalina que no desaparece porque se conjuga con testimonios reales de los especialistas en los Consulados mexicanos dentro de los Estados Unidos.

Tercer logro. Gael, además de funcionar como narrador en primera persona, utiliza las ventajas de la herramienta literaria para convertirse en aquel personaje que sigue los pasos del viajero al que busca, vive su recorrido, hasta llegar al último punto de su existencia. Las experiencias y la forma en cómo ocurren los hechos desde la mirada del actor permiten, por lo tanto, que deje de ser intérprete para encarnarse y entregarse a la vida real.

Cuarto logro. Al intérprete le llaman “Yohan”. Este nombre pertenece al migrante hondureño, esto no lo sabemos hasta la mitad del documental, sin duda, una intensa denuncia.

Quinto logro. Se transmite la historia de un hondureño, lo que otorga credibilidad al documental, alejándonos del tópico en los relatos de migrantes, quienes parece, siempre son mexicanos. En esta ocasión García, Silver y Monroe, dan la oportunidad a que algunos norteamericanos, también, hagan consciente que hay mucho más en esto, no sólo mexicanos mueren al cruzar el Desierto de Arizona.

Sexto logro. Se demuestra en los testimonios que algunos norteamericanos que trabajan en migración están en desacuerdo con los asesinatos.

Séptimo logro: Claridad. El mayor acierto de ¿Quién es Dayani Cristal? radica en el subtexto, el cual describe la doble moral entre quienes forman parte de cada situación (real) de los migrantes, sean estadounidenses u hondureños, y en este punto se ramifica a todo Iberoamérica. Es la escritura entre líneas lo que destaca el mensaje de doble vínculo acerca de lo aceptable e inaceptable, la luz y la oscuridad se manejan en un mismo tiempo.

Octavo acierto. El objetivo de no presentar a nadie como totalmente malvado se sustenta en la enfermedad; una de las distintas razones por las que se puede morir en el intento por cruzar la frontera.

No obstante que posee un desacierto, el cual es caer en la parte reiterativa del tema como ponerse encima e título de migrante y colocarse en un lugar común –igual que otros motivos cinematográficos, como lo puede ser la Segunda Guerra Mundial en el cine norteamericano–, es posible encontrar por encima de ello un buen híbrido fílmico.

14.04.14