REPORTES
El Festival Internacional de Cine de la UNAM, qué duda cabe, es una fiesta para el proyecto editorial de la revista F.I.L.M.E. desde el principio de los tiempos... de los tiempos de ambos. Es el cine a modo de esta revista, es la canción que nos pone a bailar, el gran y efímero pastel del que hay que tomar una tajada para saborearla lo que resta del año. Es, en suma y a desparpajo, lo que nos acomoda ver, lo que quisiéramos que prevaleciera en las carteleras donde reinan Derbez y Los vengadores (cfr. “Lo mejor del 2013”)
El FICUNAM es la cita irrevocable que tienen nuestros lectores con el cine vivo, el cine-comunión, el cine que, pese a la exasperante interacción económica de la que depende esta manera de hacer arte colectivo, sobrevive a “las ganancias”, siempre poniendo por delante el pensamiento, la experiencia inteligente de este arte tecnológico de masas sobre la que tanto nos gusta escribir.
Por todo esto quisimos regalar este espacio nuevo al FICUNAM, un mezzanine entre nuestras secciones filemítas habituales, donde el lector puede rebuscar todo lo que este año se pueda abarcar en la casi quincena que dura esta feria de filmes que a cualquier cinéfilo de pura cepa tendría que interesar.
Queda saber si los esfuerzos de FICUNAM y F.I.L.M.E. son gratos para el lector, pues ambos propósitos se ensancharon este año para goce exclusivo del respetable que no sólo va a ver la película, sino que sigue debatiéndose con nuestros textos. La moneda está en el aire. A partir de aquí, usted, quien a esta línea ha llegado, tiene la palabra.
Nos vemos en el cine.
El FICUNAM es la cita irrevocable que tienen nuestros lectores con el cine vivo, el cine-comunión, el cine que, pese a la exasperante interacción económica de la que depende esta manera de hacer arte colectivo, sobrevive a “las ganancias”, siempre poniendo por delante el pensamiento, la experiencia inteligente de este arte tecnológico de masas sobre la que tanto nos gusta escribir.
Por todo esto quisimos regalar este espacio nuevo al FICUNAM, un mezzanine entre nuestras secciones filemítas habituales, donde el lector puede rebuscar todo lo que este año se pueda abarcar en la casi quincena que dura esta feria de filmes que a cualquier cinéfilo de pura cepa tendría que interesar.
Queda saber si los esfuerzos de FICUNAM y F.I.L.M.E. son gratos para el lector, pues ambos propósitos se ensancharon este año para goce exclusivo del respetable que no sólo va a ver la película, sino que sigue debatiéndose con nuestros textos. La moneda está en el aire. A partir de aquí, usted, quien a esta línea ha llegado, tiene la palabra.
Nos vemos en el cine.